Hay días, como hoy, en los que creo que tengo el mejor trabajo del mundo. Esa adrenalina que recorre mi cuerpo, esos nervios en mi estómago, esa sensación de saber que mi papel sí importa... Me quejo de mil cosas, pero no de ésta. Me encanta. De verdad. A pesar de no desvelar la incógnita hasta el último momento. Nací para lo que soy. Lo sé y lo sabré siempre. Hoy he trabajado de 10 a 23.30 y no me importa, de hecho, lo he disfrutado. A las puertas de la certeza, me gusta como me siento. A pesar de la cal y la arena que me entierran a cada paso.
María La Portuguesa - Marazu
Hace 9 horas
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