Me acosté pasadas las 2 de la madrugada, me despertó a las 4 un mensaje un tanto surrealista y otro, 13 minutos más tarde, volvió a perturbar mi descanso. A las 5.30, en pie. Tres países en siete horas. Tanto paseo por aeropuertos no podía traer nada bueno, crucemos los dedos para que no pase nada y las noticias no vuelen. Con la maleta aún a cuestas, un vuelco al corazón. De nuevo, caigo en la espiral. Y me encanta. Me voy a dormir con el recuerdo de una cerveza en un pub con la música de Queen de fondo.
María La Portuguesa - Marazu
Hace 17 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario