El mercurio apenas se ha dilatado. Ya puedo pisar las calles de esta ciudad que desde ayer es un estallido de alegría. Y yo viéndolo por la tele, qué injusticia. He comprobado que el desdén como mecanismo de defensa no funciona y se me agotan los sistemas de protección. Menos mal que toca hacer la maleta de nuevo para regresar a lugares añorados, pero en los que, a buen seguro, viviremos nuevas experiencias. Y siempre con la música como guía, como si estuviéramos a bordo del famoso autobús de Miguel Ríos.
María La Portuguesa - Marazu
Hace 20 horas
2 comentarios:
disfruta del viaje
Sebas: Gracias, espero que el examen te haya salido bien :)
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