lunes, diciembre 17, 2007

Miguel Dantart o las canciones deliciosas

El mejor calificativo que encuentro para intentar definir la música de Miguel Dantart es deliciosa. Sus canciones alcanzan el punto perfecto entre la ternura y la crudeza, descubren las pequeñas maravillas que se esconden en el discurrir de la rutina y provocan una sonrisa al instante. En estos días en los que mi casa se ve inundada por la canción de autor más que en ninguna otra época de mi vida, Dantart se ha hecho un hueco importante entre mis preferencias musicales. Es el más discreto de los 5 Tristes Tigres y, en mi opinión, se crece cuando se sube al escenario con tan sólo el apoyo de su guitarra. Sus melodías transmiten buen rollo, por eso son ideales para comenzar con ánimo el día. Lo tengo decidido: mañana me levanto con Miguel Dantart, lerelere.

Y es que estoy enganchada a su segundo disco, "Bipolares". "Yo no sería igual" y "Las cosas bonitas" suenan incesantemente en mi habitación, pero es que me resulta imposible no rendirme ante el placer de escucharlas. La verdad es que, aunque allá por el 97 ó 98 tuvo cierta repercusión su primer disco, yo no le conocía hasta hace un par de semanas. Se ve que Chaouen ha despertado mi curiosidad por la canción de autor. Aunque siempre me gustó mucho el género, me había quedado en los clásicos y las nuevas (y no tan nuevas generaciones) son sorprendentes. Y así fue como me encontré con unos tigres que contagian su entusiasmo en cada canción. De los cuatro, me quedo, sin niguna duda, con Miguel Dantart, sin desmerecer al resto. Pero es que el pelirrojo tiene algo muy especial que te atrapa. Me encanta su voz y su forma de cantar, es original y llena de frescura.

Sus canciones están vivas y no dejan indiferente a nadie. "Calle Segovia" me provoca unas ganas irrefrenables de pasear por Madrid y volver a esos lugares tan mágicos que alberga esa ciudad. "La palma de tu mano" es uno de esos temas que te dejan sin respiración, te sobrecogen y emocionan. Con impaciencia espero un nuevo disco y la posibilidad de ir a uno de sus conciertos. Menudo año me espera en materia musical, así da gusto. Y qué le voy a hacer si soy una yonki de la música, si la mayoría de los que me conocen piensa q estoy loca porque me recorro muchos kilómetros para ver en vivo a los músicos que llenan mi vida de felicidad en dosis de 4 minutos. Que me quiten lo bailao. Y lo que me queda.

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