Inolvidable. Quiero quedarme a vivir en Peumayén. Hacía mucho tiempo que no me temblaban los labios, ayer lo hicieron en varias ocasiones. Para siempre en mi memoria quedará "Ana" y "Amores imposibles" con las luces del teatro encendidas y todo el mundo regresando corriendo a sus asientos. Gracias por el regalo. Soberbia la banda, en especial Javier Bergia que nos arrancó carcajadas durante las tres horas que duró el concierto. Al terminar, me dolía la mandíbula de la sonrisa permanente que se reflejó en mi cara todo ese tiempo. Qué grande, Ismael.
No tengo tiempo para extenderme. Me voy volando al curro y contenta, muy contenta. Adelanto mi jornada laboral para llegar puntual a mi cita con Ismael Serrano. Tres años después nos reencontramos.
El vídeo no tiene mucha calidad, pero me encanta. Día especial por muchas cosas. Ya nada es lo que era. Ainss, melancolía, miedo y alegría. La vida, supongo.
"Como la luz de un sueño, que no raya en el mundo pero existe así he vivido yo, iluminando esa parte de ti que no conoces, la vida que has llevado junto a mis pensamientos".
Una introducción así --tomada prestada del poema "Aunque tú no lo sepas", de Luis García Montero-- sólo puede ser el preludio de algo bueno. Durante un tiempo, este disco de Miguel Dantart no dejaba de sonar en mi casa, estaba enganchada. Y eso me sorprendió bastante porque el estilo musical de este triste tigre no está entre mis preferidos. Para mi gusto, se acerca demasiado al pop e, incluso, se atreve con los ritmos electrónicos, como en este album, "Bipolares". Y, aún así, me encanta. En especial esta canción, víctima de un replay continuo.
No sé si también os pasa a vosotros, pero cuando encuentro algo que me gusta no lo suelto. Ya sea un disco, un jersey o una serie de televisión. Esta actitud compulsiva es peligrosa porque corres el riesgo de aborrecer eso que tanto te gusta por desgaste. Por eso, intento controlarme y con Dantart lo he hecho bien. Me parece un músico con un talento extraordinario y no me canso de escuchar lo que le cuenta al mundo.
Sonidos teñidos de rojo para este viernes, comienzo del descanso para muchos y el fin del mío. Pero no me quejo, no puedo hacerlo. Mañana, después de mucho tiempo, me reencuentro con Ismael Serrano.
Hoy tengo el día marwanero. Estoy contenta, ayer hubo tiempo para escuchar voces amigas que añoro. Hacemos planes: Madrid en mayo, Cádiz en agosto. La ropa de verano inunda las tiendas mientras el granizo amenaza en la calle. Son días raros, pero los veo con optimismo. Será la primavera, esa que se intuye más que se siente. Creo que iré a dar una paseo por la playa si la climatología me lo permite. Para respirar, bien hondo.
Llevo un par de días tarareando esta canción constantemente y no sé por qué. En realidad, no es que necesite una razón porque esta maravilla de Aute es digna de ser escuchada todos los días. Acaba de caer una granizada tremenda. Con este temporal, mis minivacaciones están resultando más caseras de lo que esperaba, pero no me quejo. Y el sábado, Ismael. Y el siguiente, Quique. Y luego, salvo imprevistos de última hora, que en mi trabajo son muchos, Krahe. Me gusta cómo se presenta este mes de abril. Sólo falta que Chaouen y yo cuadremos agendas y me pueda escapar a verle. Tengo ganas de Madrid, de las personas y los lugares que allí se esconden. Definitivamente, abril es un buen mes.
Uno de los grandes himnos de las noches más locas. No sé vosotros, pero yo soy incapaz de asociar esta canción --más conocida como "Litros de alcohol"-- a un escenario que no sea un bar o algo similar (véase botellones juveniles, fiestas de pueblo, etc. El único requisito indispensable ya se sabe cuál es). Resulta que este tema que todos hemos cantando mil veces vio la luz en 1981, al igual que yo y esto me ha dado que pensar (el lo que tiene el tiempo libre).
A los expertos se les llena la boca hablando de la problemática de los jóvenes y el alcohol. Somos irresponsables, no nos interesa nada, no pensamos en el futuro, no tenemos valores, etc. Claro, será que hace 27 años los jóvenes de la época no cantaban a voz en grito eso de "litros de alcohol corren por mis venas mujer, no tengo problemas de amor, lo que me pasa es que estoy loco por privar". No es que piense que el excesivo consumo de alcohol en la juventud sea un asunto para tomárselo a coña, pero ya empieza a cansarme ese alarmismo creado de manera artificical. Y, por eso, seguiré diciendo que no somos, ni mucho menos, la peor generación nacida en el siglo XX. Brindemos por nosotros.
Hace cinco años, yo estaba en La Habana cantando ésto.
Cinco años ya. Un viaje memorable, con nuestra ración de aventura correspondiente (secuestro de un avión, cierre del aeropuerto de La Habana, patatas fritas en un hotel de 5 estrellas, vuelta a Varadero en un bus prehistórico, 36 horas sin dormir). Plaza de la Revolución, baños en mares de aguas cristalinas, daikiris, risas, coral negro, cerveza Bucanero, conversaciones improvisadas. Otro mundo dentro de éste.
Una canción tan extraña y fascinante como su compositor. Me gusta la música de Nacho Vegas, pero en dosis pequeñas. Ese hastío existencial que transmite en sus canciones me deja hecha polvo después de haber escuchado unas cuantas. Algo que no es malo necesariamente, más bien al contrario. Son temas hechos a flor de pìel y, por esta razón, te tocan en lo más profundo. Me encanta el aire distraído que tiene Nscho Vegas. Siempre con su inseparable chaqueta de cuero marrón y gafas de sol, pasea por las calles de su ciudad, que también es la mía, de manera elegante, como si no formase parte del todo de la realidad. Hoy tenía ganas de Nacho Vegas y esta canción me trae buenos recuerdos, por no hablar del vídeo, que es absolutamente genial.
Espero no hacer honor al título de la canción y poder ir al concierto que dará Zahara, junto a Miss Caffeina, el 12 de abril en la Antigua Estación. Sólo pensar como sonará este tema en directo me da escalofríos.
Estoy lesionada. Tengo una ampolla en la mano derecha por culpa del maratón de futbolín que nos metimos ayer. Es lo que tiene el deporte de élite.
Ya nos lo había comunicado El Corte Inglés y eso es, más o menos, palabra divina en esta sociedad. Inicio de primavera atípico con una ola de frío tremenda. Esta mañana me ha recordado al primer día de vacaciones de mi época escolar. Me he levantado temprano, he visto dibujos animados (con mi sobrino, no es que me haya retrotraído a los 5 años) y aún me queda mañana para vaguear un poco más. Y, por supuesto, también me ha dado tiempo a escuchar música. En un día como hoy, no podía faltar esta canción. En ocho días más estaré disfrutando del artista que, con toda probabilidad, no la tocará, pero sí un puñado de joyas que traerán recuerdos, sonrisas y emoción.
A pesar del mal sonido, prefiero esta versión a la de "Principio de incertidumbre". Su voz y su guitarra me bastan.
Último día de curro (sí, ya sé que es fiesta, pero no para todos...), ya huelo las horas de relax y las cervezas con limón. Nada planificado, sólo ocho maravillosos días libres para disfrutarlos como me dé la gana. Me temo que ha vuelto a aflorar mi lado canalla y, ¡qué irreverencia!, lo hace en la semana más católica, apostólica y romana del año. Lo siento, no podía esperar a...
Qué razón tiene Rafa Pons, estas temperaturas te hielan hasta el pensamiento. Y es que, cuando arrecia el nordeste, sálvese quien pueda. Y parece que lo peor está por llegar. Según el Instituto Nacional de Metereología, el viernes entra un frente frío (¿más?) por el norte (para variar) y el sábado puede llegar a nevar a 400 metros. Vamos, que puedo estrenar mis vacaciones de Semana Santa viendo los montes nevados desde la costa. Con estas previsiones, los días libres se presentan muy caseros, con un montón de libros, discos y películas para disfrutar mientras las rachas de viento (las púas de mi peine... ¡no lo he podido evitar!) traen una primavera con abrigo y bufanda.
Así que hoy dejo por aquí una canción que casi parece profética. Ainss, Rafita, ¿no le podías haber cantado al sol? Me tienes contenta...
Cómo me gusta este vídeo con ese Cupido en plan Rambo :)
No hay nada como una más que agradable sorpresa en forma de noticias. Carlos Chaouen nos detalla el listado de canciones de sus dos próximos discos (un recopilatorio de sus dos primeros trabajos y uno nuevo). Texto extraído de su blog:
"El repertorio de lo porvenir será :
1) SINFORGÍA EN Ti SOSTENIDO - Bosque lejano - Necesito de la luz - Me he pintao - Olas de plata - Liguero de gata (piel a tiras) - Loca - Seré - Mi habitación en tus pupilas - El último verso - Tumbado
2) GRABACIÓN VI (en lo que estamos) - Fuera del cielo - Mal acostumbrado - Amor vertical - Derruido - La vida tiene estas cosas - Retinas de alquiler - Báquica escena - Equilibrio Estas ya están sonando. La semana pasada empezamos a grabar algunas guitarras eléctricas.
- ***** ++++ Entrarán algunas entre ‘Días zules’, ‘Qué te diría’, ‘Flores secas’, ‘El loco de la noche’, ‘Este quere’, ‘Comer acero’......., las que nos vaya dando el tiempo".
Ya sabemos el nombre de esta maravilla. "Amor vertical"
Los viernes disfrutábamos de unos desayunos deliciosos. Un menú a base de café en taza grande, zumo natural del sabor preferido y un croissant a la plancha era una opción mucho más apetecible que ir a clase de libre elección. Recuerdo con cariño esos tremendos desayunos que nos metíamos entre pecho y espalda mis compañeros y yo para hacer más llevadero el frío salmantino. El café era un sitio entrañable, un lugar acogedor que, probablemente, habría visto pasar a varias generaciones de universitarios que, como nosotros, se refugiaban en sus mesas para soñar.
Precisamente, las mesas eran una de las peculiaridades del Brezo. Bajo el cristal transparente, se agolpaban un montón de servilletas de papel con frases de todo tipo. Desde declaraciones de amor hasta citas literarias, pasando por las expresiones más escatológicas. Recuerdo que nosotros también dejamos nuestra huella, no íbamos a ser menos. Ya hace años que terminamos la carrera y abandonamos Salamanca. Ahora nos reunimos muy pocas veces al año y soñamos menos. En uno de nuestros viajes de regreso a la ciudad que nos unió, decidimos rememorar viejos tiempos y desayunar en el Brezo, ya sin el cargo de conciencia de estar haciendo pellas. Pero el camarero simpático ya no estaba tras la barra y el entrañable y rústico café se había convertido en una moderna cafetería.
Con la sensación de ser una extraña en esas calles cuyos adoquines guardan un millón de recuerdos felices, me pregunté si alguien conservaría esas servilletas, los efímeros diarios de unos jóvenes que se reunían para descubrir el mundo juntos. Eso sí, mientras tomaban un café en taza grande, un zumo natural del sabor preferido y un croissant a la plancha.
Tanto camino, tanto buscarte en otra piel. Una serie de TV que emitían de madrugada --franja horaria que suele contener la parte más digna de la parrilla-- me descubrió esta canción. La cantaban al final de cada capítulo de "Raquel busca su sitio", que protagonizaban una casi desconocida Leonor Watling y Cayetana Guillén Cuervo. Javier Albalá (ainsss...) también tenía un papel, así como Nancho Novo. A lo que íbamos, la canción era interpretada por distintos personajes a lo largo de los capítulos, con lo que era muy fácil que se te quedara grabada si eras seguidor de la serie. Le he perdido la pista a David Broza (que compuso el tema con Jorge Drexler), pero ojalá que siga haciendo música tan buena como ésta. Canción perfecta para escuchar cuando llegas a casa del trabajo, aunque en mi caso hoy sea todo lo contrario. Al menos me voy llena de relax.
Vuelos y hoteles para Barcelona, Dublín y Londres listos. Al mirar el extracto del banco no pude evitar pensar en esta canción. Menos mal que luego me olvido de los euros que se han ido para siempre de mi cuenta porque están más que bien invertidos. Y antes me quedan unas escapadas a Salamanca y Madrid. Ya estoy mentalizada a hacer contención de gastos de aquí a junio porque ese va a ser el mes que inundará mis oídos de música y, al mismo tiempo, destrozará mi economía. Pero bueno, ¿el dinero está para gastarlo, no? Espero que no me pase como a Tontxu.
La luz del sol la pago yo, tú el alquiler de las ventanas, lo de las vistas nos da igual después de vivir cerca del mar
Ya se siente la primavera. Lo han anunciado unos grandes almacenes, así que debe de ser oficial. Sí, definitivamente. En cinco días, mi estación favorita dejará de ser una imagen mental que proyecta con su voz Paco Cifuentes.
No podía ser otra. Esta canción me lleva rondando todo el día la cabeza debido a la ventolera que tenemos hoy al borde del Cantábrico. Así que cuando estaba escribiendo la noticia de los daños causados por el viento, la voz de Chaouen no dejaba de sonar en mi cabeza cantando eso de "las púas de mi peine son rachas de viento, las veces que te bebo me siento volar". Ráfagas que se han llevado el cabreo de estos días y han traído risas con espuma, de mar y cerveza. Y mañana volveré al rastro después de un montón de años sin pasarme a curiosear.
Quien no quiso caer en la mentira, no sea injusto desde la verdad. Repítelo. Es un día de calma. Aunque la mar extienda sus castigos y el golpe solitario de los remos se pierda entre la espuma como se pierde el último destello de una mano, quiero que lo repitas: es un día de calma. Repite que es mentira todo lo que parece sucederte, que las manos deshechas son mentira y no temes el viento, ni existen los abismos en el agua, ni la respiración entrecortada. Porque la piel del labio siente una quemadura de sal y se parecen sus latidos al odio demasiado, repite que no sientes sus latidos.
Ya que todo se mueve, ya que el tiempo bajo los pies se descompone y cae, regresa hasta el lugar donde las huellas forman parte de ti como un destino de arena que resiste en algún sitio detrás de cada ola.
¿A qué memoria perteneces? Vuelve. Una ciudad al Sur, un gabinete de balcones abiertos enfrente de los plátanos. Sigues leyendo, sabes los libros que son tuyos. Para ti las miradas de cristal y los barcos que navegan con pecho adolescente. Es un día de calma. Quiero que lo repitas desde allí, allí, para que grabes en la madera limpia de tus remos: Quien no quiso caer en la mentira, no sea injusto desde la verdad.
"Las flores del frío" (1991)-Luis García Montero.
Un día gris. Espero que la noche sea lumniosa gracias a García Montero y Chaouen. Poesía y música para borrar lo malo y renovar la mirada.
Los sientes. Aunque estén a cientos de kilómetros, sabes que estarán ahí cuando quieras compartir un momento de tu vida con ellos. Algunos se quedan por el camino, otros te acompañan toda la vida. Crecen contigo, como lo atestigua ese montón de fotografías que nunca terminarás de ordenar. Saben qué cosas te hacen reír y cuáles provocan que frunzas el ceño. Les quieres, aunque a veces surjan enfados que sólo sirven para reforzar la amistad. Si el problema no se arregla, significa que esa relación no merecía la pena. Para mis amigos, los viejos y los nuevos. Los que siempre han estado y los que vendrán.
La más hermosa canción inspirada en la amistad. Y en la versión de Bon Jovi. Casi nada :)
"La primera ventaja es que cuando el cuento llega al final no se acaba, sino que se cae por un agujero y el cuento reaparece en mitad del cuento. Ésta es la segunda ventaja, y la más grande, que desde aquí se le puede cambiar el rumbo. Si tú me dejas, si me das tiempo".
Rescatando del olvido esta canción. Qué bien sienta recordar un tema precioso que llevaba mucho sin escuchar. Maravillosa el dúo que hace Pedro Guerra con Ismael Serrano cantando "El marido de la peluquera", aunque no recuerdo donde la tengo. Un día de éstos tengo que ordenar los discos y mp3 que conviven conmigo y tantas alegrías me dan. Como siempre, voy con prisa, así que tras la tranquilidad que produce esta canción ahora toca correr.
P.D: La parte cantada por el público pone la carne de gallina.
"Se empeñaron en matarnos la ideología". Casi un millón de votantes y sin grupo parlamentario. Maldita ley D´Hondt. No sé si pesa más el disgusto o el cabreo. La única certeza que tengo es que el mundo cada vez me da más miedo.
Ya he cumplido mi deber como ciudadana. Una vez depositado mi voto en la urna, situación que siempre vivo con nervios en el estómago porque me resulta muy emocionante, me he puesto a los Burning para calmar la inquietud. Me encanta esta canción, banda sonora de muchas noches canallas. ¿Hay alguien que no haya cantando eso de "mujer fatal, siempre con problemas" copa en mano y coreado por un bar entero? Creo que temas como éste se hicieron precisamente para eso, para compartir a altas horas de la madrugada en un garito. Y los Burning son especialistas en componer canciones para los noctámbulos.
No sé si ir al cine o quedarme en casa pegada a los informativos. Aún queda un rato para que cierren los colegios electorales y luego el recuento. "No country for old men" quizá sea una buena opción para pasar esta tarde electoral. Sigo sin entender cómo puede haber personas a las que no les preocupe el resultado. No lo comprendo y, probablemente, nunca lo haga. Con lo bien que sienta participar aunque el sistema diste mucho de ser perfecto. Esperemos que la celebración que supone ir a las urnas continúe con el escrutinio. Mientras, Pepe Risi y los suyos amenizarán la espera.
Aunque sólo quedan 13 días para que empiece la primavera, he tenido que volver a sacar las bufandas del armario. Qué frío hace! Así que nada mejor que recodar una de las mejores canciones que ha dado el rock español. Qué grandes eran los Alarma! Lástima que en el 85 yo tuviese sólo 4 años y, claro, mi cultura musical por aquel entonces se reducía a las canciones de Barrio Sésamo y poco más. Menos mal que tenemos el bendito youtube para ver todas las veces que queramos esos vídeos que causaban furor en la época y ahora nos parecen tan entrañables.
Esta tarde iré a comprar las entradas para el concierto de Quique y así ya me quedo tranquila. Y, de paso, me daré un capricho en forma de libro, disco o lo que sea y así celebro el Día Internacional de la Mujer, de descanso, por paradójico que suene. Ya llegará el lunes.
Hoy me he levantado contenta. Hace sol, aunque sigue haciendo un frío de mil demonios, y es viernes. Pero las noticias, esos pedazos de realidad que tejo cada día, visten de luto. Y, entonces, llega la rabia, las preguntas sin respuesta, la humedad en las retinas. Como diría Ismael Serrano, ahora "todo parece más feo". Y yo me quedo sin palabras y busco una canción que me abrigue el alma. Tal vez ésta lo haga.
Mucha tristeza en el nombre de la banda y la canción, ninguna en sus conciertos. La vuelta de estos chicos se merece, como poco, un post. Ya le he echado un ojo (y dos oídos) a la actuación del pasado lunes en Galileo a través de la web de Central Musical y es para quitarse el sombrero. ¡Qué conjunción de talento! Mientras media España era abducida por la madre de todos los debates (ya está bien de niña, bonobús y buenas noches y buena suerte!), unos cuantos privilegiados presenciaban el regreso de los tigres más adorables que existen. Con ellos pasa como con los Beatles, todo el mundo tiene su preferido pero guarda al grupo entero en el corazón.
Siguen haciendo crecer las sonrisas, a la par que algunos se han dejado crecer la melena. Qué bien sienta volver a escuchar "Verbo Triste" en esas voces, con ese buen rollo y con la ilusión que derrochan estos señores. Si ellos representan a la tristeza, que alguien me pase los kleenex.
Como si no me enganchase yo solita a las canciones maravillosas que encuentro por el camino, llegan unos acróbatas y me chutan una dosis de orgasmos modernos. Y ahí estoy, dale que te pego, todo el día. Que nadie piense mal, tanto escuchar a Chaouen no ha llevado mis instintos al límite. Se trata de algo tan inocente (o no) como el nuevo disco de Alejandro Martínez, que lleva tan sugerente título. La semana pasada lo presentó en el Libertad 8 y de esa actuación está sacado el vídeo que Vanessa colgó en su blog y que es causa directa de mis gorgoritos mañaneros. Seguro que mis vecinos ya se han aprendido eso de "sácame de quicio, amor, y muérdeme la piel".
Y lo que les queda a los pobres. Por si no me bastase con esta canción, el tema que da título al CD aparecía hoy en la web de Víctor Alfaro. Otra dosis para mantener la adicción. Gracias a la generosidad del artista, cada día tendremos una nueva canción alojada en diferentes blogs para ir descubriendo el disco. Eso significa una sonrisa asegurada al día, que no es poco. Hoy la mia se la he agradecido en el alma, aunque nunca lo sepa. Yo sí. Gracias.
P.D.: Vanessa, te he robado el vídeo, espero que no te importe. En mi descargo, diré que estaba bajo la influencia de melodías extremadamente adictivas.
Hoy me he llevado una sorpresa muy agradable. Quique González regresa a Gijón el 5 de abril!! Ya que lo mio con Chaouen es una historia de desencuentros, al menos se me endulza la espera con conciertos como éste. Ya hay ganas por aquí de volver a tener a este señor guitarra en mano. Aunque no me emociona mucho su último disco, la verdad es que siempre es un placer verle tocar. Así que el 14 no podré estar en Clamores para ver a Carlos, pero el 29 disfrutaré de Ismael Serrano y espero que, ese mismo día, me dé tiempo a llegar al concierto de Pablo Valdés, menos mal que el teatro y la sala están a dos minutos.
Y el viernes otro Pablo, Moro. Qué lujo de mes! Y lo que queda, a ver si en abril se me logra lo de Chaouen, que ya parece una peregrinación, aunque se lo merece porque habría que, como poco, elevarle a los altares.
Paz. Eso es lo que transmite esta melodía. Cuando la decubrí llegue a rayar una cinta (buff, no hace años ni nada!) por escuchar una y otra vez esta canción. Realmente creo que me olvido del mundo cuando ese oboe suena. Y una vía de escape tan hermosa como ésta no tiene precio. Así quiero que empiece este día, con paz y armonía, con recuerdos de mañanas luminosas y sonrisas.
(El vídeo destripa un poco la peli, así que, si no la habéis visto, dejad sólo el audio y a verla ya!).
Lunes lluvioso. Qué poquitas ganas de currar! Lo bueno: ya tengo los billetes para ir a Barcelona en mayo. Sienta bien esto de ir preparando escapadas y aún me quedan unas cuantas más que organizar. Salamanca, Madrid, Londres y Dublín. Y espero que me queden días (y fondos) para aterrizar en algún otro sitio en septiembre. Algo más próximo: concierto el viernes de Pablo Moro con banda. Con todo esto, espero que se me haga más corta la semana electoral. Cuando trabajas rodeada de políticos, fechas como ésta se vuelven insoportables por el nerviosismo que hay en el ambiente. Me pone de mal humor que cualquiera excusa sea buena para hacer campaña y peor me parece que algunos lo intenten disfrazar con argumentos sin sentido. Por eso, me he puesto a ver este vídeo de Luis Ramiro, que me hace mucha gracia porque roza el absurdo. Ánimo, sólo quedan siete días de cejas, niñas con bonobús, Supergaspis y demás.
Toco tu boca, con un dedo todo el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos, donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
"Rayuela" (capítulo 7). Julio Cortázar.
Palabras como éstas concentran tal cantidad de belleza que lo más sensato es que no añadir más negro al blanco (en este caso verde al también verde) y dejar que otros versos inspiradores llenen el momento.
Desde hace días no puedo dejar de escucharla. A veces, la letra de algunas canciones parece un trozo de alma que a su autor se le ha escapado de dentro en un momento de inspiración. Yo no conozco personalmente a Carlos Chaouen, pero creo que se descubre en cada canción porque unos versos así, tan certeros y llenos de significado, no pueden surgir sólo de la técnica, de una maniobra basada en juntar palabras bonitas y con rima en asonante. Y esta canción me parece muy personal, probablemente por eso me gusta tanto. Recuerdo una grabación en directo en la que Chaouen hace una introducción genial a esta canción. En ella, habla de los problemas de comunicación y esa especie de monólogo se convierte en el mejor ejemplo de trabas para hacerse entender, que es algo que creo que le caracteriza. Es curioso que una persona que crea canciones con miles de matices tenga tantas dificultades para expresarse si no es cantando. Aunque a mí me encantan esas introducciones que sólo le hacen más y más grande. ¿Qué diría sobre esto el maestro?
Qué te diría, después de tantos años que me identifican tras algunos colchones de casas ajenas y desayunos con otras en camiseta.
Qué te diría, después de los partidos de cada domingo fui más cauto en el ilusionismo y la avería del mundo sigue sin guía.
Te diría que tengo las manos cansadas, pero las tengo a punto para otras batallas. Te diría que tengo sólo el tiempo justo, sin embargo tengo todo el tiempo del mundo.
Dame la mano, que contigo es más llevadero este camino que conduce del cielo al infierno. En mis descuidos no me tomes muy en serio, dame un papel protagonista en tus sueños.
Qué te diría, después de las palabras detrás de la hoguera algunos revolcones en otras melenas y canciones sonando en cada estrella. Qué te diría, a veces me pierdo en mi fantasía y me gustan los bares donde se hace de día y los amantes que buscan las esquinas.
Te diría que tengo los zapatos sucios, el alma desangrada de tantas mentiras. Te diría que tengo sólo el tiempo justo, sin embargo tengo todo el tiempo del mundo.
"They don't even know what it is to be a fan. Y'know? To truly love some silly little piece of music, or some band, so much that it hurts". Sapphire ("Casi famosos")
