Día para olvidar. Una fiesta se puerde tornar en tragedia en cuestión de segundos. Y a algunos nos toca contarlo. Y, entonces, ninguna palabra parece la adecuada. Mañana la vida seguirá. El tráfico colapsará las mismas calles, el café se volverá a derramar en la mesa y las miradas dirán mucho más que las bocas. El verano llega a su fin y septiembre nos pilla casi por sorpresa. A ver si Luis Ramiro aporta un poco de luz a este día gris.
Luna de Plata - Rebeca Jiménez
Hace 12 horas