La maleta ya está fuera del armario, lista para volver a llenarse una vez más, de ropa y de nervios. Me voy a pasar un fin de semana inolvidable aunque llueva, granice o el viento me desordene la melena. Un poco de Cat Stevens para templar el espíritu y dejarlo todo preparado. Regresaré el lunes, con una sonrisa en la cara y un año más. A pesar de los quebraderos de cabeza que he tenido últimamente, qué suerte la mía. Aún me quedan muchas maletas que hacer durante las próximas semanas, pero ésta es especial. Qué bueno es sentirse así. Simplemente, bien. En toda la plenitud de la palabra.
Madrid - Pajaro Sunrise
Hace 1 día