A veces te encuentras con trozos de vida hechos canciones que te dejan sin palabras y casi sin respiración. No sé si tiene título. No me importa. Las sensaciones que transmite este tema de Chaouen son únicas y una no puede más que rendirse ante la grandeza de este hombre, al que sólo le hace falta una guitarra para provocar huracanes en las venas. Y esa voz, desgarrada, sentida, llena de matices. Qué ganas de escuchar en directo esta canción. Qué ganas de sentir todo a flor de piel durante dos horas. No me explico cómo puede haber gente que vive sin disfrutar de la música, que puede pasar sin los momentos mágicos que producen en un concierto, un bar o en tu propia habitación cuando el talento creador de unos músicos conecta con el alma del que escucha esos acordes. Para mí sería imposible. Al menos, no sería una vida, sería algo distinto, más gris, más solitario, más frío. Para todos los que disfrutáis de la música como yo, os dejo este tesoro del maestro. Ha prometido nuevo disco, a ver si los tenemos pronto entre manos.
Madrid - Pajaro Sunrise
Hace 1 día
1 comentario:
¡Gracias de nuevo! Es que no puedo parar de escucharla. Y no me digas naaadaaa...
Oye, cada día me gusta más tu blog. Saludos de nuevo, nos vemos viendo a Chaouen un día de éstos.
Publicar un comentario